Acción

será que algún día dejaremos de quejarnos?
quejarnos frente a la nada como si nadie puediese ayudarnos.
será que dejarás que tu torrente
recorra por fin mi cauce?
será que podremos vernos, y mirarnos las caras de una buena vez?
caen las hojas partidas de los árboles
y aun no tocan el suelo,
la lluvia te besa, pero no estoy tan celoso.

al caer la tarde sobre nosotros,
siempre sorprendidos del paso del tiempo
somos como un niño adinerado,
que tiene cuanto juguete ha imaginado
y seguimos jugando con ramas
atorados en el tiempo pero no en el espacio.
dejarás que el tiempo te corrompa,
dejarás que tu vida se te escape de las manos,
dejarás que yo no sea quien creiste que era,
dejarás que el sol nuevamente recorra el mundo,
dejarás de crecer y empezaras a podrirte
porque yo ya no estoy contigo.

y no te importa,
y no te importa,
y no te importa,
he estado volviendome polvo desde que ya no estás conmigo,
y lo disfruto,
y hay sangre otra vez
y el corazon late de nuevo
y hay calor
y hay vida
y hay lágrimas
por fin
por fin lágrimas





awwww, me trae recuerdos...
estoy terminando (aun no empiezo) unos poemas muy buenos (aun no los he visto pues aun no los he escrito) que estoy seguro disfrutarán (o fingirán hacerlo)
Es interesante como la vida se nos presenta con sus vicicitudes y sus delicias...
hace unos dias salí a vagar con Paloma... y un sujeto nos sorprende con "¿un paraguas de excelente calidad para usted y para su paloma?"
al día siguiente salí a vagar con un sujeto (bastante interesante por lo demás) llamado Nicolás (es el primer Nicolás que me cae bien (tengo toda una historia con ese nombre)) y un enano (de esos enanos que andan por ahí pidiendole dulces a sus madres, jugando o torturando a sus pares) gritó claramente algo "Nicolás" y luego algo ininteligible que adopte mentalmente como "Barría" (el apellido del individuo que me acompañaba en el momento)

oh! recordé cuando me dí cuenta de mi vocación, la primera vez que sentí el orgasmo mental de enseñarle algo a alguien fue cuando era pequeño... tenia un amigo llamado Daniel, vivía cerca de mi casa... su hermano menor se llamaba Martín, me llebava mejor con Martín pero ni siquiera iba al colegio cuando lo conocí, de todos modos me juntaba más con Daniel porque Martín era muy pequeño... cuando Martín empezo a aprender ciertas conceptos para presumir le expliqué algunos errores que cometía al hablar... también jugabamos cosas infantiles... el trepaba a un poste porque según el le daba pena (me pregunto si lo sigue haciendo para comprobar la tristeza de verlo todo desde arriba) y bien... así fue como empecé a enseñarle muchas cosas... siempre quise volver a hablar con él... pero me cambié de casa y temía extrañarlo y querer volver a verlo y no poder, o que no me extrañe... dos veces llamé a su hermano para saber como estaba Martín y para ver como estaban sus estudios...
¿Recordará aquellas tardes que gastabamos en aprender cosas simples como los números, las palabras, las letras? ¿me extrañará?


Martín Garate Naveas... nunca te olvidaré...